20.11.08

Children see, children do

En muchas ocasiones no nos paramos a pensar en la repercusión que tienen nuestras acciones como personas adultas. Ser madre o padre no es fácil, tampoco lo es ser docente. Niños y niñas aprenden de lo que ven, no de lo que decimos o pensamos. Lo queramos o no, somos el modelo que persiguen y en sus actuaciones vemos nuestro reflejo.
En la violencia de género, se repite este esquema. Niños y niñas viven cada día en ambientes donde el maltrato hacia las mujeres es algo cotidiano y en muchos casos se convertirán a su vez en maltratadores y víctimas.
Antes de hundirnos en la impotencia y la autocompasión, miremos hacia nuestro interior y asumamos qué debemos cambiar para romper el círculo vicioso. Parafraseando a A. Machado, para vivir en paz con los demás, hay que estar en guerra con nuestras entrañas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los padres no deberian hacer nada de eso